Alabado sea dios!
¿Fuimos tan ingenuos?
Nos protegió el sol:
adoramos a esa inmensa estrella
que nos irradiaba de su grandiosa luz
Para brindarnos el brote de
Nuestras cosechas.
Adoramos satélites naturales
Que nos cuidaron de la oscuridad de la noche.
Adoramos a Júpiter a Venus y Plutón,
Zeus, afrodita y hades
para luego dar paso al capricho salvador.
Creamos al finel abstracto absoluto!
repletos de narcisismo lo invocamos
y lo hicimos a nuestra imagen y semejanza
y nos dijimos amarnos a
nosotros mismos por sobre todas
las cosas de esta tierra,
Por encima de el mismo salvador!
Y encontramos la paz.
Adiós a la colectividad, bienvenido
El individuo. Bienvenido el papa,
Los obispos, los curas y las monjas…
Ya no consentirás pensamientos
Ni deseos impuros, ya no
Codiciaras los bienes ajenos, no robaras
Ni cometerás actos impropios,
Pero, Por sobre todo,
Te amaras a ti!
pues no tomaras tú nombre en vano,
Santificaras el día del señor y
Lo vanagloriaras por su vanidad, sus
Celos, pero por sobre todo por su ira!
¡Tened cuidado, pues
A muchos llamados abra
Muy pocos elegidos!
Es realidad…fuimos tan ingenuos,
Tan entupidos, tan narcisistas…
Francisco.