Todo comienza con un adiós en una lágrima, con un te extrañaré en un abrazo ¿dejaran de brillar las estrellas?
Todo se pierde en un paso, en esa mirada que prometía no retroceder. Los ceniceros ya están colapsados de angustia y la almohada se pudre de pena…una ternura hace palpitar por un instante, y la distancia no perdona y perdura.
El amor prospera en recuerdos y se deshace en lagrimas, y la desesperación aumenta con el amor, y ya no quedan ni paredes, ni árboles, ni vasos ni botellas, ni mucho menos huesos que sean testimonio de tranquilidad, yo soy dios, creador del cielo y de la tierra comenzando por el mar para dar vida y muerte, y muerte cuando te entregas y vida cuando desesperas.
Somos realidades estaciónales esperando aplausos cuando caiga el telón. Somos jazzistas atrapados en la moda. Somos amor en el infierno, el todo en la nada, buscando…buscando el reencuentro para poder decir te quiero.